Conozco a Cristina, podría decirse, de toda la vida. Comenzamos juntos nuestros estudios en parvularios y perduró hasta la casi finalización de la EGB. Durante toda la infancia Cristina ha tenido un comportamiento similar al de cualquier niñ@ de su edad. En los estudios era muy aplicada y de sobresaliente, (en casi todas porque en educación física había pruebas en las que no participaba) y en lo que se refiere a la parte social no había nadie que no la quisiera, siempre con la sonrisa de oreja de oreja y amiga de sus amigos.
He reseñado educación física porque años más tarde todo tendrá explicación. Tras un periodo ingresada y descubrimiento del síndrome de Turner, las piezas encajaban.
Cierto es que de pequeñ@s no somos consciente de lo que sucede a nuestro alrededor si no eres el protagonista y digo esto porque seguramente era más lo que ella sentía, notaba, percibía de lo que la ocurría, de lo que el resto veíamos (limitación física y estatura).
Años más tarde concretamente 25, ya con la treintena bien avanzada, tuvimos reencuentro y hasta la actualidad seguimos compartiendo gran parte de nuestra vida. En estos últimos años ya fui consciente y partícipe del síndrome.
La verdad que la fuerza de voluntad la puede ante cualquier adversidad, un ritmo de vida exigente en el que estudiar, trabajar, colaboraciones, talleres, salir de fiesta … todo a la vez sabía a veces a poco!
¡Qué decir! Nada se interponía en lo que quería hacer aunque entiendo que habrá procesión interna.
Hubo parones en los que por culpa de la vista sufrimos un gran susto. Pero, en cierto modo, nadie está exento de sufrir ciertas enfermedades. Pero, percibo mayor sensibilidad con el paso de los años y puede ser debido al síndrome, aunque ella se ríe. Creo que no tiene tanta relación como pueda creer o tanta relevancia.
He hablado en pasado porque desde que el fatídico Covid puso del revés la vida el ritmo es otro. Como es lógico, seguramente y sin ser médico, tras el parón en seco, está siendo más duro de lo normal arrancar nuevamente.
Poco a poco retoma estudios, aunque ya no saca las notas tan brillantes ( disculpa y no te siente mal). También es cierto que estudiar de mayor con muchas más obligaciones y capacidad está demostrado que no es lo mismo, se tardará más pero se conseguirá. Parece que justifico pero creo que aparte de lo físico y orgánico que es evidente, si algo es diferente en su vida de la del resto, es pura casualidad y/o circunstancial.
Quedan muchas batallas por seguir luchando juntos.